lunes, 18 de junio de 2012

Deus Ex Machina. Parte 14.

-Perdona, ¿has visto al Dr. Nimian?

Alexia se volvió, y vio a un joven chico, con bata y el pelo largo, que se le acercaba desde el pasillo. Ella estaba saliendo del invernadero, tras haber escondido el cadáver del tipo calvo, cuando se encontró de frente con él.

-No sé quien es.- respondió tranquila.

-Es un hombre bajo, calvo y con gafas.- sonrió el joven científico.

Arqueó una ceja, y volvió a negar con la cabeza. Se disculpó y salió por la puerta, cuando le volvió a hablar a su espalda:

-¡Eh, espera un momento!

Intuitivamente, Alexia llevó la mano al kris que escondía en su cinturón, oculto ante la mirada del que hablaba. Alexia se giró, quedando de perfil ante él, cuchillo en mano.

-Si ves al doctor, dile que Isaksson le busca. ¿Lo harás?

Soltó el puñal, y asintió, sonriente. Se marchó de allí, sin volver la vista atrás, pensando en el error enorme que había cometido dejando que un acceso de ira le dominara, y matara al doctor.

"Consecuencias terribles." pensó. Se mesó el cabello, mientras se cruzaba con todo tipo de gente, todos sonrientes. Eso le desconcertaba, todos estaban demasiado sonrientes. Algunos la saludaban, y ella les hacía una inclinación con la cabeza, sin saber donde ir. Sus pies la llevaban inconscientemente ante la Dr Guderian, su abuela, aunque no sabía por qué. En su cabeza resonaba, como el repicar de una campana, el desgarro de la piel ante la impasible hoja, atravesando la carne del doctor, sus ojos desorbitados, mirándola, preguntando la razón, sin esperar respuesta. El remordimiento le invadía, pues lo había matado por el simple hecho de echarle en cara su intromisión en un lugar donde no debía estar. El mal genio le había llevado a asesinar, para lo cual la entrenaron, aplacar su ira.

Por un pasillo descendente de una esfera, donde salían rayos hacia el infinito, bajaba la doctora, revoloteando la bata a su espalda. Era una de las pocas que la llevaba abierta.

-Hola Alexia, ¿qué tal?-preguntó la doctora, soltándose la melena, la cual llevaba recogida en una cola de caballo.

-Hola doctora, bien, gracias. ¿Y usted? ¿Que están haciendo ahí arriba?-señaló la esfera, donde otro rayo atravesaba el cristal de la esfera, y se perdía en la inmensidad del universo.

-Llámame Selene, por favor. Y estamos tratando de hacer una transmisión masiva de información, a través de un cañón Gauss. No es un rayo normal aquel, está formado por positrones y antineutrinos. Maravilloso.

-Interesante. ¿Quién es el Dr. Nimian?- volvió a preguntar Alexia.

-Ah. El ingeniero biomecánico jefe. Un tipo un poco raro, muy arisco.- asintió Selene. ¿Por?

-Oh, por nada. Me acaban de preguntar por él, pero como no sabía quien era...

"Alexia, Alexia, ¿estás ahí?" oyó por el pinganillo.

Se llevó un dedo a la oreja, haciendo como que se rascaba, y agachando la cabeza.

"¡Alexia! ¿Sigues ahí? ¡Necesito ayuda!"

Alguien estaba en problemas.

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