lunes, 13 de febrero de 2012

Realidad paralela. Parte 2.

Notaba como le ardían los pulmones, y se arrodilló intentando agarrarse el pecho, pero no podía por las esposas.

-Tranquilo señor Zhukov, todos pasamos por esa fase, en un momento se le acostumbrarán.- dijo Zaunt con la mirada perdida.- Cuando recobre la compostura, le explicaremos lo que quiera saber.

Seguía en el suelo, jadeando, pero poco a poco volvía a respirar de forma normal. Se levantó con dificultad, recuperando el aliento, mientras veía como Virtanen le sonreía y Zaunt seguía mirando al horizonte.

-¿Porqué estoy aquí? - preguntó Dimitar, una vez que recobró el aliento.

Zaunt se volvió y siguió apuntando en el portafolios. Cuando hubo acabado, le miró y le contestó:

-Eso aún no te lo podemos decir, pero lo sabrás en su momento. Por ahora te digo que no es un secuestro ni una detención. Pero como comprendo que estarás confuso, no te podemos dejar libre.

Zhukov se miró las manos, viendo las esposas, sin entender nada. No podía creerles.

-¿Dónde estamos?- preguntó Dimitar de nuevo.

Esta vez respondió Virtanen, haciendo un gesto con la mano hacia los edificios.

-Estamos en Kox, capital de Kalayb. Concretamente estamos en el distrito 0, la zona central de la ciudad.

Dimitar miró alrededor. Ahora mismo estaban situados en una plaza redonda, con un enorme árbol en el centro, de hojas violetas y azules. Nunca había visto algo tan extraño y hermoso. Era un estallido de color para sus poco acostumbrados ojos. Lo normal para él eran colores grises, y alguna vez el verde de la radiación y el uranio, pero nada como esto. Mirara donde mirase veía miles de colores, millones tal vez.

Los edificios eran de color blanquecino, aunque adquirían tonos celestes con la luz del sol. Casi todos tenían forma de cono, con las paredes cóncavas. Exceptuando cuatro edificios que estaban en los cuatros puntos cardinales de la plaza donde se encontraban. Virtanen señaló a un edificio con forma esférica, de color rubí.

-Palacio de Kalayb-señalaba Virtanen el edificio del norte.- Ahí se tratan los temas del planeta.

Se giró noventa grados, hacia su derecha, señalando el edificio que estaba al este, un edificio con forma de pirámide, esta vez de color zafiro:

-Ministerio de tesoro. Como su nombre indica, ahí se mueve la riqueza del planeta.

Se volvió a girar, señalando a un edificio de color esmeralda:

-Hiperespacio, controlan el tráfico espacial alrededor del planeta. Y por último...

Se giró y señaló un edificio negro, sin ventanas, cuadrado, con una estatua en la puerta. Una mujer sin cara, con una espada en una mano, amenazante, y una flor en la otra.

-Ministerio de Justicia. No creo que necesite explicación.

-¿Habéis terminado de cotorrear? - dijo Zaunt a sus espaldas. - Tenemos una entrevista con el Consejo.

Dimitar se dió la vuelta, pero seguía con la mirada fija en la estatua del Ministerio de Justicia, en el reflejo que se veía en su cara sin rostro, en el horizonte grisáceo, el horizonte de cromo.


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